El pedagogo es
una persona que debe ser polivalente y actualizado, tiene que conocer las innovaciones
para saber cómo adaptarse al mundo, y cómo hacer para que los demás también se
acomoden. A pesar de ello, el pedagogo ha de concienciarse de que actúa en un
mundo donde existe una cierta incerteza.
Para definir la
figura del pedagogo se ha de tener en cuenta el marco legal y nuestro marco mental. El legal, es aquel que condiciona al docente a
la hora de formar al alumnado. La normativa de una universidad suele estar
vinculada a la normativa de España y ésta a la de Europa.
Sin embargo, esto no quiere decir que todas las universidades enseñen lo
mismo. Por otro lado, el marco mental hace referencia a todo cambio de recursos
y necesidades, además de a las nuevas formas de trabajar y a los nuevos
contextos existentes. En el siglo XXI se han experimentado muchos de estos
cambios, la tecnología ha modificado las profesiones.
Con la aparición
del marco mental podemos:
1.
Apreciar
la contaminación de ciertos conceptos que han existido a lo largo de la
historia.
2.
Reconducir
algunos principios que hasta ahora había sido autorizados en muchas profesiones,
es decir, re-codificar la profesión.
Al pedagogo le pertenece actuar, movilizarse sin saber (posiblemente) las consecuencias de sus actos. No obstante, deber llevar a cabo practicas de reflexión antes de actuar. Los pedagogos/as han de contribuir adecuadamente en estos procesos de cambio. Y por lo tanto, su objetivo es originar condiciones que favorezcan el aprendizaje de personas, grupos u organizaciones. Por todo ello, se necesita una actitud emprendedora por parte del pedagogo, que le ayuda a posicionarse en un modo de pensar.
Un pedagogo no solamente
comparte espacio con profesionales adyacentes a su trabajo, sino que también
interviene en un escenario acompañado de profesionales no afines. Es decir, que
no existe un ambiente natural del pedagogo, éste se puede mover en muchos campos. Igualmente, mediante la
acumulación de experiencias, éste podrá ir construyendo su propio itinerario
profesional. Puede además colaborar con otros profesionales, formando una
inteligencia colectiva. Asimismo,
existen muchos casos en los que diferentes profesiones se solapan en
determinadas funciones.
Estos profesionales de la
enseñanza pueden trabajar en diversos ámbitos, siempre y cuando se presente en
ellos (directa o indirectamente) un hecho formativo. Por lo tanto pueden:
1.
Intervenir
en diferentes tipos de grupos (jóvenes, colectivos específicos...).
2.
Desenvolverse
en instituciones diversas.
3.
Dedicarse
a temáticas concretas.
Por otro lado,
las funciones más destacadas de un pedagogo son:
1.
Comprender
los cambios que ocasiona la sociedad.
2.
Diseñar, establecer y evaluar proyectos que se adapten
a las características del individuo, grupo o asociación.
3.
Gestionar
recursos pedagógicos.
4.
Implantar
servicios y recursos educativos adecuados al colectivo.
5.
Realizar
investigaciones.
6.
Ejercer
como consultor en educación.
Y sus ámbitos de actuación son:
1.
Sistema
de educación formal
2.
Sistema
social
3.
Sistema
empresarial
Este artículo nos
ha llevado a reflexionar sobre las consecuencias de los actos. Debemos pararnos
a pensar, y decidir con criterio la mejor decisión. Para lograr esto,
necesitamos una visión de futuro, y un cuerpo teórico.
A cada uno le
corresponde auto-ocuparse (de sí mismo): no esperar a lo que puede hacer la
sociedad para ti, sino meditar en qué puedes hacer tú por ellos.
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