sábado, 4 de abril de 2015

LA SOCIEDAD A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI. RE-CODIFICAR LA PROFESIÓN DE PEDAGOGA


El pedagogo es una persona que debe ser polivalente y actualizado, tiene que conocer las innovaciones para saber cómo adaptarse al mundo, y cómo hacer para que los demás también se acomoden. A pesar de ello, el pedagogo ha de concienciarse de que actúa en un mundo donde existe una cierta incerteza.

Para definir la figura del pedagogo se ha de tener en cuenta el marco legal  y nuestro marco mental. El legal, es aquel que condiciona al docente a la hora de formar al alumnado. La normativa de una universidad suele estar vinculada a la normativa de España y ésta a  la de Europa.  Sin embargo, esto no quiere decir que todas las universidades enseñen lo mismo. Por otro lado, el marco mental hace referencia a todo cambio de recursos y necesidades, además de a las nuevas formas de trabajar y a los nuevos contextos existentes. En el siglo XXI se han experimentado muchos de estos cambios, la tecnología ha modificado las profesiones.

Con la aparición del marco mental  podemos:

1.      Apreciar la contaminación de ciertos conceptos que han existido a lo largo de la historia.
2.      Reconducir algunos principios que hasta ahora había sido autorizados en muchas profesiones, es decir, re-codificar la profesión.

Al pedagogo le pertenece actuar, movilizarse sin saber (posiblemente) las consecuencias de sus actos. No obstante, deber llevar a cabo practicas de reflexión antes de actuar. Los pedagogos/as han de contribuir adecuadamente en estos procesos de cambio. Y por lo tanto, su objetivo es originar condiciones que favorezcan el aprendizaje de personas, grupos u organizaciones. Por todo ello, se necesita una actitud emprendedora por parte del pedagogo, que le ayuda a posicionarse en un modo de pensar.






Un pedagogo no solamente comparte espacio con profesionales adyacentes a su trabajo, sino que también interviene en un escenario acompañado de profesionales no afines. Es decir, que no existe un ambiente natural del pedagogo, éste se puede mover en  muchos campos. Igualmente, mediante la acumulación de experiencias, éste podrá ir construyendo su propio itinerario profesional. Puede además colaborar con otros profesionales, formando una inteligencia colectiva.  Asimismo, existen muchos casos en los que diferentes profesiones se solapan en determinadas funciones.
Estos profesionales de la enseñanza pueden trabajar en diversos ámbitos, siempre y cuando se presente en ellos (directa o indirectamente) un hecho formativo. Por lo tanto pueden:

1.      Intervenir en diferentes tipos de grupos (jóvenes, colectivos específicos...).
2.      Desenvolverse en instituciones diversas.
3.      Dedicarse a temáticas concretas.
Por otro lado, las funciones más destacadas de un pedagogo son:
1.      Comprender los cambios que ocasiona la sociedad.
2.      Diseñar,  establecer y evaluar proyectos que se adapten a las características del individuo, grupo o asociación.
3.      Gestionar recursos pedagógicos.
4.      Implantar servicios y recursos educativos adecuados al colectivo.
5.      Realizar investigaciones.
6.      Ejercer como consultor en educación.

Y  sus ámbitos de actuación son:
1.      Sistema de educación formal
2.      Sistema social
3.      Sistema empresarial






Este artículo nos ha llevado a reflexionar sobre las consecuencias de los actos. Debemos pararnos a pensar, y decidir con criterio la mejor decisión. Para lograr esto, necesitamos una visión de futuro, y un cuerpo teórico.
A cada uno le corresponde auto-ocuparse (de sí mismo): no esperar a lo que puede hacer la sociedad para ti, sino meditar en qué puedes hacer tú por ellos.




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